Inquieta, activa y creativa...nunca pensé acabar haciendo esto, pero a veces lo imprevisto sucede y el destino pone en tu camino a las personas adecuadas, que creen en ti y que consiguen lo impensable.

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De una sesión de fotos surgieron mis primeros dos vestidos, eran para mí, así que daba igual como quedaran y por supuesto el presupuesto era ajustado no, ¡ajustadísimo!

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Pero quedaron bien, (muy bien, me decían) y de ahí vino otra sesión y otra y otra y ya he perdido la cuenta. Y una modelo y una novia, mi primera venta...

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Y hoy sigo aquí, convirtiendo prendas, retales, cortinas, sábanas o cualquier cosa blanca que pillo en un original vestido para novias, eso sí, atrevidas, diferentes, ¡ÚNICAS!

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¿Quieres ser tú mi novia?